viernes, 26 de febrero de 2016

PRINCIPIOS DE COMUNISMO, POR: FEDERICO ENGELS

Por: FEDERICO ENGELS

Resultado de imagen para FEDERICO ENGELS , IMAGENESEl trabajo "Principios del comunismo" es un proyecto de programa de la Liga de los Comunistas. Lo escribió Engels en París por encargo del Comité Comarcal de la Liga.

Sin embargo, luego de que como resultado de su II Congreso (29 de noviembre-8 de diciembre de 1847), la Liga les encargara a Marx y Engels la redacción de un programa para la Liga, los autores abandonaron la forma de catequismo que marcó la obra aquí reproducida y optaron por escribir el programa en forma de Manifiesto. El resultado se conoce como el Manifiesto del Partido Comunista. Al escribirlo, los autores utilizaron las tesis expuestas por Engels en los "Principios del comunismo".-

I. ¿Qué es el comunismo?

El comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado.

II. ¿Qué es el proletariado?

El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XIX.

III. ¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre?

No. Las clases pobres y trabajadoras han existido siempre, siendo pobres en la mayoría de los casos. Ahora bien, los pobres, los obreros que viviesen en las condiciones que acabamos de señalar, o sea los proletarios, no han existido siempre, del mismo modo que la competencia no ha sido siempre libre y desenfrenada.

IV. ¿Cómo apareció el proletariado?

El proletariado nació a raíz de la revolución industrial, que se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo pasado y se repitió luego en todos los países civilizados del mundo. Dicha revolución se debió al invento de la máquina de vapor, de las diversas máquinas de hilar, del telar mecánico y de toda una serie de otros dispositivos mecánicos. Estas máquinas, que costaban muy caras y, por eso, sólo estaban al alcance de los grandes capitalistas, transformaron completamente el antiguo modo de producción y desplazaron a los obreros anteriores, puesto que las máquinas producían mercancías más baratas y mejores que las que podían hacer éstos con ayuda de sus ruecas y telares imperfectos.

Las máquinas pusieron la industria enteramente en manos de los grandes capitalistas y redujeron a la nada el valor de la pequeña propiedad de los obreros (instrumentos, telares, etc.), de modo que los capitalistas pronto se apoderaron de todo, y los obreros se quedaron con nada. Así se instauró en la producción de tejidos el sistema fabril. En cuanto se dio el primer impulso a la introducción de máquinas y al sistema fabril; este último se propagó rápidamente en las demás ramas de la industria, sobre todo en el estampado de tejidos, la impresión de libros, la alfarería y la metalurgia. El trabajo comenzó a dividirse más y más entre los obreros individuales de tal manera que el que antes efectuaba todo el trabajo pasó a realizar nada más que una parte del mismo.

Esta división del trabajo permitió fabricar los productos más rápidamente y, por consecuencia, de modo más barato. Ello redujo la actividad de cada obrero a un procedimiento mecánico, muy sencillo, constantemente repetido, que la máquina podía realizar con el mismo éxito o incluso mucho mejor. Por tanto, todas estas ramas de la producción cayeron, una tras otra, bajo la dominación del vapor, de las máquinas y del sistema fabril, exactamente del mismo modo que la producción de hilados y de tejidos. En consecuencia, ellas se vieron enteramente en manos de los grandes capitalistas, y los obreros quedaron privados de los úItimos restos de su independencia. Poco a poco, el sistema fabril extendió su dominación no ya sólo a la manufactura, en el sentido estricto de la palabra, sino que comenzó a apoderarse más y más de las actividades artesanas, ya que también en esta esfera los grandes capitalistas desplazaban cada vez más a los pequeños maestros, montando grandes talleres, en los que era posible ahorrar muchos gastos e implantar una detallada división del trabajo. Así llegamos a que, en los países civilizados, casi en todas las ramas del trabajo se afianza la producción fabril y, casi en todas estas ramas, la gran industria desplaza a la artesanía y la manufactura. Como resultado de ello, se arruina más y más la antigua clase media, sobre todo los pequeños artesanos, cambia completamente la anterior situación de los trabajadores y surgen dos clases nuevas, que absorben paulatinamente a todas las demás, a saber:

1. La clase de los grandes capitalistas, que son ya en todos los países civilizados casi los únicos poseedores de todos los medios de existencia, como igualmente de las materias primas y de los instrumentos (máquinas, fábricas, etc.) necesarios para la producción de los medios de existencia. Es la clase de los burgueses, o sea, burguesía.

2. La clase de los completamente desposeídos, de los que en virtud de ello se ven forzados a vender su trabajo a los burgueses, al fin de recibir en cambio los medios de subsistencia necesarios para vivir. Esta clase se denomina la clase de los proletarios, o sea, proletariado.

SALUDO A LA UNIDAD REVOLUCIONARIA COMUNISTA EN MÉXICO

Como fue informado, en el X Pleno del Comité Central se concretó la unidad entre el PCM y la OCPCM y la OPR, así como la dirección del FIR. Aquí el saludo del camarada Felipe Cuevas a ese acontecimiento, que sin estridencias ni altisonancias fortalece al partido marxista-leninista y el torrente de la revolución socialista en México.

PorFelipe Cuevas

Camaradas del Partido:

Ustedes no se imaginan la alegría que me da la noticia de fusión de nuestros esfuerzos comunistas, cierto que era lo anhelado y esperado, que algún día debía darse sobre esa base tan complicada pero a la vez tan gloriosa de consenso y democracia proletaria
.
Por lo que cuentan la satisfacción por los pasos dados es sentida en toda la militancia, y con más razón se redoblan los ánimos de lucha tanto como la resolución de crear esa organización necesaria al proceso de la lucha de clases
.
Claro, la unidad se dice fácil, y todas y todos sabemos de lo laberíntica que es, pero cuando se tiene conciencia, perspectiva y determinación de lograrla, no hay tarea imposible, sólo tarea de gran esfuerzo. Lo que ustedes militancias y dirigencias conquistan es una gran cosa, una mancomunión de esfuerzos concretos, y una experiencia avanzada sobre cómo replantearnos las cuestiones de la unidad comunista, revolucionaria, clasista y popular.

Me dispensarán tanta sustantivación de las cosas, pero ya que los pasos inmediatos llaman a la toma del impulso en el trabajo, pues cabe resaltar este importante logro de la política clara de replantearse en la teoría y en la práctica nuestro trabajo revolucionario; estas experiencias unitarias dan cuenta de un proceso especial con sus tanteos, sus méritos y sus dificultades, que ayudarán a continuar otros pendientes y otras formas de abordar nuestro trabajo popular en general. Por ello es que nos resulta tan grato el logro, porque sin duda repercutirá en las tareas inmediatas.

Todas y todos sabemos que seguirán etapas de replanteamiento orgánico, discursivo y de fusión plena, son ámbitos especiales sobre los que toca entregar aportes, nada viene fácil, sí agradable, pero hay que esforzarse, ponderar y sobre todo hacer paciencia de las dificultades que puedan esperarnos.

Como decimos en estos casos, resurgen las necesidades de refuerzo a las relaciones políticas revolucionarias entre comunistas, relaciones que enaltezcan nuestra lucha y aspiración social, que permitan el avance máximo y total de la organización, y para todo esto se necesita como ustedes saben bastante bien mucha conciencia y fraternidad. Podemos confiar del colectivo y las comprobadas capacidades de nuestra dirección, la tarea en sí misma es interesante.

Sin duda en el marco general de la lucha de clases en el país y sus regiones, la unidad tendrá sus repercusiones, permitiéndonos innovar otros mecanismos unitarios hacia nuestro pueblo y sus organizaciones. Es una unidad firme contra el sistema que tanto ha cercenado los proyectos de las revolucionarias y revolucionarios, pero también contra esa ideología extraña del oportunismo dogmatismo como otras de corte pequeñoburgués mesiánico que durante tanto tiempo obstruyeron procesos de éste tipo.

Este pequeño paso que de alguna manera ya se venía ejecutando, debe permitirnos ver mejor la enorme tarea que asumen quienes forjados en el pensamiento de la revolución, del proletariado, que es el marxismo leninismo; tienen ante sí de proyectar y promover una alternativa socialista eficaz, realizable frente al capitalismo imperialista.

Camaradas muchas felicitaciones, como ustedes saben lo que viene es más trabajo por la revolución, comparto gratamente este logro suyo que ahora es de todas y todos.

Con estos éxitos y en éste aniversario de la revolución bolchevique dan ganas de abrazarles, pero la distancia es grande.

Salud y revolución

Fuente: PCM/Comunistas en Nicaragua
http://nicaraguaroja-comunistas.blogspot.com
Correo: uncomuista@gmail.com